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Los compañeros, muy majos,  me han comentado varias cosas cuando les he contado mi experiencia con medio equipo directivo. Su apoyo, por descontado. ¡Gracias chicos!

Después los comentarios: Unos me han dicho que si fuera su caso, ellos les darían a todos los alumnos aprobado, o notable y sobresaliente, como el que según los padres tenían en primaria.

Otros me han dicho que por qué no bajo el nivel. ¡Pero si ya está por los suelos...! El Ministerio, en su afán de que las estadísticas salgan bien, lo que hace desde hace muchos años, es bajar los niveles en cuanto las editoriales pujan para que cambien los libros, así no les sirven a los hermanos y ellos siguen ganando. 

La Jefa de Departamento también me ha comentado algo similar de que al terminar el curso aprobemos a todos ya que los inspectores protestan por los bajos resultados en la materia de Matemáticas. Sin embargo, no estaba muy segura.

Sobre lo de bajar los niveles, me niego en redondo. Ya están bajísimos. El otro día pasó por casa la directora de un colegio de primaria y al enseñarle el examen que había puesto de la segunda evaluación me dijo: ¡Pero si esto es lo que están dando ahora mis alumnos de sexto de Primaria! Y tiene toda la razón. Únicamente había tres ejercicios propios del nivel de Primero de Secundaria.

Sobre lo de aprobarles a todos..., la verdad es que dan ganas de hacerlo. Por una parte,  esto conllevaría que el año próximo no hubiera clase de Recuperación de Matemáticas, o casi, ya que en teoría, todos los alumnos habrían superado los objetivos de Primero y no necesitarían repaso, recuperación o como quieran llamarlo. Las estadísticas estarían por las nubes y ... ¡todos contentos!

Pero, dónde hacerlo, en esta evaluación o en la final. Si lo hago en esta evaluación, ¿quién es el bonito que dará clase el siguiente trimestre? Y los alumnos que se esfuerzan, que trabajan día a día... no sería justo para ellos. Todos aprobarían sin hacer nada y los niños ya se sabe..., ¡el mínimo esfuerzo! Sin embargo, los padres tan contentos, sus hijitos, igual que en primaria, ¡... de sobresaliente!

Pues no, seguiré como hasta ahora, y si los padres consideran que deben ir a la Inspección en vez de preocuparse de que sus hijos estudien,  aprendan y cojan buenos hábitos que les duren toda su vida, pues peor para ellos, yo recibiré "encantada" al  Inspector de turno, al fin y al cabo no será al primero que reciba. Hace unos años, cuando trabajaba en un colegio de primaria, unos padres, con el beneplácito del director del centro y aconsejados por compañeros míos, dirigieron sus quejas ente Inspección porque tuve la "osadía" de en séptimo de EGB, ponerles tareas para casa. Al año siguiente, también los mismos hicieron otra incursión porque sus hijos suspendían. O sea que ya he batallado con varios inspectores y... ¡he sobrevivido! O sea, que si esta vez toca de nuevo, pues... ¡ajo y agua, niña!

Increíble ...¡Me tienen miedo!

Acabo de salir del despacho de la directora.

Un padre, al que ya había tenido el ¿gusto? de recibir, les ha vuelto a decir que su hija sigue suspendiendo, una hija que en primaria sacaba sobresalientes, y que, o cambian a la niña de curso (para que no venga conmigo el angelito), o va a seguir hasta la inspección.

Y digo yo, qué culpa tiene la profesora si el retoño no estudia, para mi no hay otra. Si tiene que reducir a común denominador, tiene que saber el proceso, si tiene que simplificar tendrá que saberse los criterios de divisibilidad, si tiene que hacer el máximo común divisor tendrá que saber descomponer en factores primos... y así miles de cosas que "tiene que saber obligatoriamente" y si no se las sabe no podrá hacer los ejercicios. Y  eso de los primeros temas del libro. Si ya estamos en el segundo trimestre al final, debe saber lo de los anteriores y no se le puede olvidar.

Eso puede entenderlo cualquiera, pero no así mi querida directora que se remite a "es que en el colegio era una niña de sobresaliente". Pues con perdón de los profesores que tuvo en el colegio, ¡no me lo creo!

Conclusión, la niña se bloquea, me tiene miedo, estudia muchísimo en su casa, pero al llegar yo y preguntarle, se bloquea, tiembla... en fin, lo de siempre.

Lamentablemente, un alto porcentaje de los alumnos de esa clase hace lo mismo, no estudia y sabe perfectamente que los padres les respaldan cualquier cosa que digan, ¡pobrecitos retoños! Ellos reconocen que no estudian, en la clase lo han reconocido ante los compañeros, pero seguirán diciendo a los padres que no aprueban porque como me tienen miedo se bloquean y no son capaces de hacer nada. Lo peor es que los padres les creen, porque no pueden reconocer que sus hijos les engañen.

¿Se nota que estoy decepcionada? Pues si, pero no de los padres, que al fin y al cabo no tienen otra cosa que sus hijos, y les defienden a capa y espada por amor mal entendido, sino de la directora y el jefe de estudios, sí, él también estaba en la reunión. Que no tienen categoría.  Ya lo sabía, pero cada vez que me lo demuestran es en mi perjuicio, y eso, claro, me afecta. 

Acoso

Estaba yo en la biblioteca del Centro vigilando a la hora del recreo.

La biblioteca estaba llena de alumnos, pues dentro de dos o tres días tienen las evaluaciones y estaban estudiando, o repasando.

Se abre la puerta y veo al conserje acompañado de una señora. Pensé que era una profesora. Su cara me resultaba conocida, y como hay varios profesores de baja pensé que sería una sustituta que querría algún libro.

Pues... nada más lejos. Se presenta: Soy la mamá de Fulanita de tal y me gustaría que me diera cita.

Podría haberle dicho mil cosas, que no es forma, que para eso están los alumnos, que tienen agenda y en ella pueden poner sus deseos, sus comentarios... Pero simplemente, ante el acoso, yo de pie haciendo que los alumnos respetaran el silencio de la biblioteca, y ella "aquí te pillo, aquí te mato", pues le di cita para mañana en la hora del recreo.

Cuando terminó mi hora de guardia, bajé a Jefatura y les comuniqué mi total repulsa a "ese" sistema de petición de citas. Vamos, que se abre la veda para que cualquiera se meta en tu clase y te pregunte lo que quiera sobre su retoño. Parecía afectado el Jefe de Estudios, pero dudo mucho que haya algo. Mañana cuando venga la señora sabré si ha dicho algo.

Esta misma Fulanita de tal, el otro día me sale con lo siguiente: Profe, ¿puedes darme un resumen de lo que va a entrar en la Segunda Evaluación? Será cara dura... Por supuesto que le dije que no. Es su trabajo, estudiar y resumir lo estudiado para repasarlo y aprenderlo bien.

Cuando estudiaba alemán, la profesora un día nos dijo que hiciéramos un pequeño estudio de las cosas que habían cambiado en el comportamiento de los alumnos con respecto a los profesores. Se dijeron varias cosas, entre ellas: Antes los alumnos saludaban al entrar el profesor,ahora, el profesor saluda a los alumnos y ellos más o menos contestan. Pues según esta Fulanita habría que decir: Antes el profesor pedía el resumen a los alumnos, ahora, son los alumnos los que piden el resumen al profesor. Serán los cambios...

Mercadeo

De un tiempo a esta parte viene apareciendo en los periódicos lo que se llama mercadeo referente al Poder Judicial (como vulgarmente se dice, "Líbrenos Dios de caer en manos de la Justicia").

Empezó con que se quieren cargar al juez Garzón. No es que sea especialmente santo de mi devoción este señor, sobre todo cuando en tiempos de la presidencia de Felipe González, este señor quiso dedicarse a la política, y cuando ganó el PSOE (una de las veces) Garzón dicen las malas lenguas que como no consiguió la cartera de Justicia, se alió con el PP o casi y le hizo la puñeta al Gobierno.

Aparte de esto, que no me pareció bien, y de su afán de protagonismo que ha hecho gala en múltiples ocasiones, parece que lo que hace se ajusta a derecho.

Y eso es lo que me molesta de los jueces en el llamado "mercadeo". Se debe elegir a un juez, por sus méritos en la carrera judicial, independientemente de que sea de un partido u otro. La Justicia no tiene color, o no debe tenerlo, porque al parecer hoy por hoy lo tiene.

Vemos que el Poder Judicial elige inspectores sin fijarse más que en la tendencia política de los jueces, no dejan dimitir al juez que no está de acuerdo con los esquemas del mismo poder judicial, con la forma en la que hacen las cosas, porque es honrado, le obligan a quedarse hasta que su mandato llegue a su fin,... y eso sólo es pequeñas migajas que nos llegan a los de a pie.

Parece que con tener buena memoria para aprobar las oposiciones, ya tiene uno suficiente para ser juez. La ética.. olvidada. No sirve para triunfar.