MALA RACHA

Hace más de un mes que no escribo aunque han pasado muchas cosas desde entonces, y por desgracia no buenas. 

Si empezamos por la política, las elecciones no han traído lo que esperábamos, o sea que el PP ha vuelto a ganar y con 14 escaños más que en las elecciones de diciembre. Y es que no aprendemos, la corrupción no pasa factura. Nos han robado a manos llenas y ahí siguen, ganando de nuevo donde han salido más casos de corrupción. Ya dicen que el ser humano es el animal que vuelve a caer en la misma piedra vez tras vez. Estamos en la misma situación si no peor en la que estábamos tras las elecciones de diciembre, y Rajoy en su línea de dejar que los demás le hagan el trabajo o no hacerlo de ninguna manera. ¿Gobernará el PP con la ayuda de Ciudadanos y la abstención del PSOE? El tiempo lo dirá.

Siguiendo con los viajes a Zaragoza, el corsa me hizo una mala pasada y me dejó colgada en mitad de camino, o sea que pasé por un taller que me hizo un apaño y volví a casa. Cogí billete de tren y al día siguiente marché a la capital del valle del Ebro. Mi madre, más pachuchita que de ordinario, al final se fue. No en este viaje sino en el siguiente.

Los problemas con el corsa no terminaron ahí, pues el 30 de junio, iba camino de casa de mi hija a tomar café cuando decidió que ya no daba más de si y me dejó tirada en plena M50, en la salida 31. Llamé a la grúa, me hicieron falta 4 llamadas para al final lograr contactar con un operador que me pidió detalles del coche de mi y al final me mandó a grúa previo mensaje en el que me daban el número de matrícula de la que vendría a recogerme en aproximadamente 50 minutos. No habían pasado ni dos, cuando se presenta una grúa cuyo número de matrícula no coincidía ni en un dígito a recogerme. Le die que no montaba pero el conductor de la misma me dio una serie de datos míos que no podría conocer si no se los hubieran dado en la compañía y marchamos hacia el taller. Al día siguiente pasé por el mismo paa ver que tenía el coche y me dijeron que para el desguace, que se había gripado el motor.

Vaya días ¿no? Bueno, pues ahí estamos.